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No es un secreto que el plástico está presente en nuestra vida, lo usamos a diario casi de forma inconsciente, pero su tiempo de descomposición es insostenible.
Existe una necesidad de reducir el uso de este material contaminante, ya que el reciclado, aunque muy necesario, se queda corto y por ello no se paran de buscar alternativas de componentes respetuosos con el planeta, y aquí es donde el PLA coge fuerza, pero, ¿qué es exactamente?.
Es un bioplástico, 100% natural, respetuoso con el medio ambiente que poco a poco se está convirtiendo en una alternativa sostenible para algunos materiales. Se obtiene de la fermentación del almidón vegetal, proveniente del maíz, la caña de azúcar o la yuca. El más usado y común es el PLA de maíz.
El almidón originado por este hidrato de carbono se puede convertir en un plástico, el proceso comienza con la fermentación del azúcar de esta materia prima, durante este proceso el almidón se transforma en ácido láctico.
Una vez este proceso ha terminado, el resultante se trata para lograr la obtención de una estructura molecular similar a los polímeros más habituales. Y esta nueva estructura que surge es el PLA.
Fue descubierto en 1932 por Wallance Carothers a partir de unos experimentos que realizaba con ácido láctico. Lo halló mientras trabajaba en DuPont (empresa química norteamericana fundada en 1802).
Años después de su descubrimiento, concretamente en 1954, la multinacional patentó el descubrimiento.
A pesar de que sus características comenzaban a estudiarse, su entrada al mercado se dificultó por los costes de producción.
No será hasta los años 90 cuando entre en el mercado gracias a los avances en investigación y la inversión realizada por la compañía Cargill.
Fue uno de los primeros bioplásticos en ser conocidos, por lo que cuenta con una madurez mayor en el mercado que otros.
Los usos que tienen son diversos, no se limita a un único sector y no para de ganar presencia, gracias a que los productos fabricados con este material suelen presentar las mismas características que los hechos con plástico convencional, pero como son compostables reducen la contaminación del medio ambiente.
Tiene una fuerte presencia en el mundo textil donde se utiliza para la confección de telas y toldos. También en la industria médica, así pues, lleva más de 20 años empleándose por su compatibilidad para ser usada en implantes y suturas.
No se nos puede olvidar la importancia que tiene en la industria del embalaje, donde se emplea para envases alimentarios, bolsas de cuerdas de PLA y botellas, convirtiéndose en un sustitutivo para los productos de un solo uso.
Otro sector donde tiene un gran peso es en el mundo de las impresoras 3D, donde se suele usar como componente por ejemplo para diseños tridimensionales. Cuenta con gran fama debido a su fácil uso, a que su temperatura de fusión no es demasiado alta y a que cuenta con una gran resistencia.
Como hemos visto el ácido poliláctico, tiene aplicaciones en sectores muy distintos convirtiéndolo en un buen sustituto para intentar paliar los efectos provocados por una utilización desmesurada del plástico común.
Existen multitud de artículos que se pueden fabricar a partir de este bioplástico, desde vasos reutilizables de PLA hasta bolsas para la compra.
Un empleo común es como sustitutivo de envases desechables, estos se usan con asiduidad en empresas de take away, de restaurantes o servicios de delivery que buscan alternativas que contribuyan a reducir su huella y recalquen su compromiso con el entorno.
La gama de obsequios que puedes encontrar es muy variada, desde cubiertos, bolsas, vasos hasta tarrinas con tapa.
En el mundo de los regalos publicitarios también ha ido cobrando fuerza, cada vez es más común encontrar artículos hechos a partir de PLA, como bidones, bolígrafos con clip de almidón de maíz o tazas ecológicas reutilizables, incluso chubasqueros, perfectos para los días de lluvia o para los parques de atracciones acuáticos, siempre y cuando mojarte no entre en tus planes.
Los objetos hechos a partir de este material cuentan con una gran calidad, además permiten la opción de imprimir el diseño a todo color dando multitud de posibilidades a la hora de personalizar. Por lo que no nos sorprende que se convierta en la opción de regalo promocional para muchas empresas concienciadas.
Aunque el PLA de maíz es el más empleado por su bajo coste y abundancia de cultivos (en comparación con la caña de azúcar o yuca) aún cuenta con un precio más elevado que los plásticos convencionales derivados del petróleo.
Como empresa más que el precio se debería tener en cuenta todas las ventajas que reporta su utilización, ya no solo para el medio ambiente, sino para tu reputación como organización.
Ser consciente y tomar conciencia es cada vez más importante. En un mundo tan competitivo, puede ser el valor diferencial que te haga destacar frente a tu competencia.
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