Las nuevas generaciones de niños han crecido en la plena era de Internet y todo lo que tiene que ver con la tecnología. A día de hoy las familias han tenido que adaptarse para educar a sus hijos. Y los padres han tenido que recurrir a la tecnología para hacer todo tipo de obligaciones: la casa, el trabajo, la escuela… Así que no les ha quedado otra que utilizar juegos educativos adaptados al siglo XXI para enseñar a sus hijos. A raíz de esto, los padres disfrutan de esa paz que se genera al ofrecerle a su hijo un aparato electrónico. Pero lo que no se dan cuenta es de que les está causando daños en su desarrollo.
A continuación os hablaremos de los efectos negativos que tiene abusar de las tecnologías en el desarrollo infantil:
Aspectos negativos
- Menos actividad física, por lo que conlleva un aumento de casos de obesidad infantil.
- Menos contacto y menos socialización con otros niños. Por lo que a la larga pueden tener problemas para relacionarse con gente de su edad o con mayores.
- Falta de contacto físico y visual entre los padres y sus hijos. Es importante el contacto para desarrollar una mejor autoestima en los niños y que aprendan a dar y recibir.
- Falta de desarrollo creativo. Esto es un hecho bastante notable en los niños que se pasan el día pegados a la tablet o al móvil de sus padres. Por lo que al no jugar con sus hermanos a los típicos juegos (veo veo, dibujar y pintar, jugar con cualquier cosa hecha a mano…) no llegan a desarrollar toda la imaginación que deberían a su edad.
Por otra parte, si no se abusa de la tecnología, también se pueden sacar aspectos positivos de ella. ¡Vamos a nombrar algunos!:
Aspectos positivos
- Alfabetización tecnológica
- Desarrollo intelectual simbólico, numérico y espacial (dependiendo del juego).
- Apoyo de aprendizajes escolares
- Desarrollo de la motricidad fina: esto quiere decir a la coordinación de los movimientos musculares como los dedos en coordinación con los ojos
Las nuevas tecnologías se han apoderado tanto de nosotros que las utilizamos para todo tipo de actividades diarias, por lo que al final acabamos enseñando a nuestros hijos a que formen parte de su aprendizaje. Esto es bueno en cierta medida, pero abusar de ellas puede causar desventajas en su desarrollo. De este modo, es recomendable educarlos a través de juegos más tradicionales como los cuentos, las pinturas (ceras, plastidecores, rotuladores, acuarelas, etc), las cartas o los puzzles.
Si quieres que tu hijo crezca sano y feliz no dejes que aprenda rodeado de tanta tecnología y déjale que evolucione de una manera más educativa jugando con sus compañeros en parques a los juegos para niños de toda la vida (las canicas, el sambori, al pilla pilla, etc).