Al igual que una infinidad de historias, el inicio de ésta se tambalea entre diferentes versiones. Unos dicen que los Antiguos Egipcios utilizaban los regalos de empresa para ganarse el favor de los personajes más influyentes. Otros dicen que el propulsor de la idea fue George Washington, el primer presidente de Estados Unidos. Al parecer, éste hizo insignias conmemorativas para favorecer su candidatura en 1789.
Más tarde, durante el siglo XIX, se elaboraron algunos calendarios publicitarios, reglas y productos de madera que se regalaban a los clientes. Hasta entonces seguía sin haber una industria que se dedicase concretamente a crear y distribuir los productos promocionales.
Como todo, los regalos publicitarios también tienen que tener un padre, y dicha paternidad se le atribuye a Jasper Jeeks. Este impresor de Coshochton (Ohio) vio una oportunidad de negocio que no pudo desaprovechar. Jeeks convenció al propietario de una tienda de zapatos local para imprimir el nombre de su negocio en las mochilas que más tarde regalaría a las escuelas del condado.
El negocio empezó a funcionar tan bien que la competencia se dio cuenta, por lo que empezó a haber más gente que hacía lo mismo que él. Henry Beach, el competidor directo de Jasper, comenzó a imprimir el nombre de las empresas del pueblo en cualquier objeto. El resultado fue una gran cantidad de bolsas de canicas, látigos para carruajes, tarjeteros, abanicos, calendarios, gorros de tela y sombreros para caballos, con el nombre de las empresas de Coshochton.
De una pequeña idea a una gran industria promocional
La industria de los regalos promocionales cada vez iba cogiendo más popularidad, y algunos fabricantes de este tipo de producto decidieron hacer algo. Se pusieron de acuerdo para crear la primera asociación comercial de artículos publicitarios, la Asociación Internacional de Productos Promocionales. Fue tal su relevancia, que en España, en el año 1953 se fundó la Asociación de Fabricantes y vendedores de Artículos Publicitarios y Promocionales (FYVAR).
Pero la empresa que popularizó a nivel internacional los regalos publicitarios fue Coca-Cola. En 1931, lanzó una campaña con la imagen de Santa Claus rediseñada, mostrando los valores de la empresa. Dicha figura se imprimió en diferentes objetos, los cuales se regalaban con los productos de la marca.
Los regalos publicitarios fueron ganando popularidad con el paso de los años. En la década de los 70, las empresas fueron conscientes de los beneficios económicos que obtenían de estos productos. Como consecuencia, en los 80 los distribuidores crearon un catálogo con algunos productos genéricos sobre los que ya se trabajaba.
A partir de este momento las compañías cada vez recurrían más a los regalos de empresa, por lo que aumentó la competencia. Cada una de las empresas dedicadas a la venta de artículos promocionales tuvieron que reinventarse para sobresalir por encima de los demás.
Nuestros inicios en el mundo del regalo publicitario
A día de hoy, nuestro negocio es una modesta industria que aglutina a fabricantes, serigrafistas, importadores, bordadores, fabricantes de llaveros, de calendarios y del resto de productos. Una gran red de profesionales que trabajan diariamente para reinventarse y crecer constantemente.
Nuestra empresa, RegalosPublicitarios.com, viene de una tradición de más de 60 años. Nuestro abuelo Fernando Barrachina empezó de forma casual. Él vivía en el pueblo de Torrente y trabajaba en el tren que iba y venía a Valencia. Algunos vecinos, aprovechando los viajes, le pedían recados, por ejemplo calendarios. Y así, poco a poco, fue introduciéndose en el mundo del regalo promocional, hasta el día de hoy. Nuestra empresa ha pasado por casi todas las fases de la historia de este negocio. Nos hemos tenido que ir reinventando con el paso del tiempo para mantenernos a flote. Actualmente, no sólo somos fabricantes y distribuidores de regalos publicitarios, sino que somos asesores de este sector de la publicidad. Después de tantos años de experiencia, lo mínimo que podemos hacer es compartir un poquito de todo lo que conocemos y de lo que aún estamos aprendiendo.